La naturaleza de los ciclistas de gravel refleja el terreno que les seduce. Al igual que las diferentes piedras, arena y arcilla, los corredores de gravel son una mezcla de etnias, géneros y orientaciones. Estamos en todo el mundo y en todo el espectro económico. Los hay de todas las formas, todos los tamaños y todos los niveles de forma física, pero a todos nos une nuestra pasión.
Comenzamos donde la carretera termina. Por los bosques o las montañas o recorriendo los senderos, amando el paisaje y el sonido que hacen nuestros neumáticos sobre la grava.
Nuestras aventuras evolucionan: cada vez nos alejamos un poco más. Nos atrevemos más, exploramos más, adquirimos más habilidades. Vemos más del mundo que nos rodea y descubrimos más sobre nosotros mismos.