Había polvo. Era técnico. Una pista de cuatro kilómetros con aproximadamente 160 metros de desnivel por vuelta. Desde la primera gran subida, los ciclistas se encontraron con un eslalon doble que ofrecía amplias oportunidades de adelantamiento. La ruta se hizo cada vez más difícil, con secciones que parecían una pista rápida llena de raíces.
En el inicio de la carrera Elite masculina, Koretzky y Hatherly se unieron al británico Charlie Aldridge en cabeza. El vigente campeón y medallista de oro olímpico, Tom Pidcock, tuvo otra salida lenta para ponerse a tiro de su compatriota Aldridge en una feroz batalla por el tercer puesto. Tras ganar el maillot arco iris en categoría Sub23 en 2018 y la medalla de oro de e-MTB en 2019, el sudafricano Alan Hatherly se alzó con la victoria en la polvorienta pista andorrana.
Como si la amenaza de Tom Pidcock encendiera una mecha, Hatherly despegó y se llevó consigo a Koretzky en un final fulgurante, alzándose con el primer título de campeón del mundo de MTB de su país en la sección Elite masculina. El podio olímpico dio un vuelco. Se hizo historia. Muchas felicidades a Hatherly y a su equipo del Cannondale Factory Racing.