Creo que la mayoría de atletas, incluido yo mismo, han hecho alguna vez mal su puesta a punto por hacer demasiado entrenamiento de alta intensidad en la semana previa a la prueba. Creo que el exceso de intensidad es más problemático que el exceso de volumen. Mi regla general era siempre reducir el volumen un 30-40% durante la semana de la competición (un poco más para un Ironman), y limitar el nivel de intensidad al ritmo de carrera y no superarlo. En definitiva, no acercarme al máximo esfuerzo.
Mi modus operandi eran intervalos cortos al mismo esfuerzo que en la carrera con mucha recuperación entre esfuerzos. Esa es mi guía personal para una semana de puesta a punto. Tendrás que trabajar en la tuya y en las variantes entre las distancias: olímpica, medio Ironman e Ironman.
A medida que me hago mayor, mis cargas de entrenamiento totales se han ido reduciendo, y mi tapering actualmente se parece mucho a una semana de entrenamiento normal, pero aún refleja menor volumen y menor intensidad.