El holandés Matheiu Van der Poel, del equipo Alpecin-Deceuninck, demostró su dominio llevándose el título élite masculino. Consiguió dejar atrás a su compañero de escapada, Florian Vermeesch de Bélgica, en la vuelta final de Leuven. Van der Poel aprovechó su momento en un ascenso corto, aplicando una fuerte aceleración a 13 km de meta, y dejando a Vermeersh atrás y solo, para asegurar su cuarto maillot arcoiris de la categoría élite.
Vermeersch acabó a 1'03", llevándose la plata por segundo año consecutivo. La carrera de 182 km se convirtió en una batalla táctica, con Van der Poel enfrentándose a la ventaja numérica del equipo belga. Después de 60 km, Van der Poel lanzó un importante ataque formando un grupo de 16 corredores. La siguiente aceleración redujo el grupo a siete, reduciendo la presencia de corredores belgas de siete a cuatro.