Esta alquimia nos llevó a un examen de conciencia, porque sabíamos que nuestras anteriores manetas GRX, introducidas como parte del primer grupo de gravel de la historia, ya eran un éxito. Así que, en esta ocasión, nos hemos centrado en mejorar las prestaciones de frenado sin tener que cambiar la posición de las manos en los drops, a la vez que añadíamos control en terrenos abruptos y comodidad para aventuras aún más largas. Para conseguirlo, hemos rediseñado la maneta, haciendo que la zona de sujeción sea más amplia y redondeada. Selecciona la anchura y el flare que desees; la maneta está diseñada para un mayor agarre y control, sobre todo en manillares con flare.

Las gomas de las manetas, la sección superior donde se apoyan las manos, tienen ahora una superficie mayor para ofrecer más comodidad. La presión se reparte de manera más uniforme, reduciendo la fatiga de las manos y evitando que resbalen. Con estas manetas más grandes y redondeadas, te sentirás más seguro y con mayor control, como si tus manos fueran una prolongación del manillar, y no sólo estuvieran apoyadas en pequeños soportes.  La integración de la maneta con el manillar también aumenta la comodidad, lo que permite una conducción más prolongada y satisfactoria.

Aquí es donde todo encaja para quienes buscan disfrutar al máximo del gravel: la comodidad y el control no son únicamente lujos, sino que son los que marcan la conducción.

También hemos añadido cintas texturizadas y un revestimiento especial a la goma para conseguir un agarre aún mejor, de modo que puedas deshacerte de los guantes sin tener que arrepentirte. La corredora de ultradistancia Sofiane Sehili, que ha invertido más de 300 horas en las nuevas manetas GRX, dice: "Sería difícil volver a la versión anterior. Cuando la grava se vuelve áspera y todo el panel de visualización empieza a temblar como loco, puedes sentir que tus manos se quedan quietas. Con la forma en que están colocadas las líneas texturizadas en la maneta, es básicamente imposible que las manos resbalen, aunque estés sudado y sin guantes. Esa sensación de seguridad es crucial en los descensos técnicos".

El ciclista de aventura Ibai Fradejas, que solía sufrir entumecimiento en las manos, está de acuerdo: "Antes, la presión en las manos me provocaba inflamación de los nervios, pero con las nuevas manetas optimizadas para el flare de 20 grados de mi manillar he olvidado esa sensación. A principios de este año rodé durante 23 horas seguidas en la Ultra Gravel Letonia sin un solo problema".

Puede que "sin problemas" no parezca el mayor de los elogios, pero en el contexto de la ergonomía, algo que apenas notas hasta que va mal, significa mucho.

Llegados a este punto, no podemos dejar de mencionar la importancia de los frenos, porque son también una parte fundamental de la ecuación. Todo ciclista de gravel conoce ese momento en el que llegas a un descenso pronunciado y técnico sin tiempo para mover las manos hacia los drops. Sin la potencia de frenado que necesitas para dominar la sección, acabas bajando con un control y una comodidad limitados. Este suele ser el resultado de manetas que no están diseñadas para las exigencias de la conducción de gravel.