“Esto puede incluir girar las capuchas hacia adentro hacia la línea media de la bicicleta o cambiar su elevación en el propio manillar en vez de simplemente girar el manillar”, explica Jacobson. "Una vez que tengas una configuración con la que te sientas bien, sal con la bici y mira si hay algún lugar caliente en las palmas. Esto te ayudará a saber dónde se encuentran los puntos de presión. A continuación, puedes reorientar las capuchas para minimizar esa presión. Se trata de un proceso de prueba y error que puede llevar algo de tiempo, pero definitivamente merece la pena.”
Además, recuerda que buscas una configuración que proporcione un uso cómodo de las tres posiciones de las manos. Si por ejemplo, pocas veces utilizas la caída del manillar, probablemente es un síntoma de que algo no está bien. Puede que tengas el manillar demasiado alto porque tus capuchas están posicionadas demasiado bajas en el manillar. En este caso, muchos ciclistas intentan girar el manillar hacia arriba para reducir el alcance de las capuchas, pero también moverás las caídas más lejos en lo que podría ser una posición poco útil. En esta situación, es mejor reposicionar las capuchas sobre el manillar, incluso si eso significa quitar la cinta y volver a ponerla en el manillar para obtener la posición correcta.