Con dos pruebas fijadas para marzo y abril, me alegro de sentirme ya motivado. No serán recorridos sencillos, así que ha llegado el momento de volver a algo parecido a la rutina. Me gusta mucho el cross-training en invierno, así que los esquís finos siguen siendo una parte importante de mi entrenamiento, además de la bicicleta. Cuando la temperatura es inferior al punto de congelación, hago un entrenamiento mixto, con esquí y entrenamiento en interior en mi equipo ergonómico de entrenamiento de esquí estático. Otros días, la bicicleta de gravel vuelve a ser mi mejor amiga. Elegir qué ponerte cuando estás al aire libre es muy importante y puede marcar la diferencia entre prosperar o sobrevivir. También tengo especial cuidado con mi bicicleta en estos recorridos invernales, sabiendo que hay que revisarla más a fondo antes y después de cada salida.
Siempre compruebo si el cambio funcionan bien y lubrico la cadena si es necesario. Con estas bajas temperaturas, también compruebo los neumáticos para ver si aún tienen suficiente sellante. Sí, normalmente utilizo neumáticos sin cámara, y te sugiero que hagas lo mismo. Si empiezo temprano o si existe la posibilidad de realizar un gravel desconocido que me lleve más tiempo del previsto, me llevo algunas luces para garantizar la visibilidad.